La plaza principal de Pampa Cangallo se llenó de emoción y nostalgia con la llegada del exalcalde Buenaventura de la Cruz Altamirano, quien fue recibido con un sentido homenaje por parte de los pobladores. Aplausos y lágrimas acompañaron el paso de la carroza fúnebre, mientras la comunidad recordaba el legado de un hombre que dedicó su vida al servicio del distrito de Los Morochucos.
El homenaje incluyó un recorrido simbólico que hizo una parada especial frente a la municipalidad, lugar donde el exalcalde trabajó incansablemente por el bienestar de su pueblo. La multitud, visiblemente conmovida, mostró su agradecimiento por los años de gestión y esfuerzo de Buenaventura de la Cruz Altamirano.
Finalmente, los restos del exalcalde llegaron a su hogar en el Jr. Basilio Auqui, donde familiares, amigos y vecinos velarán su cuerpo. Todos lo recordarán como un líder comprometido con su comunidad, que dejó una huella imborrable en el corazón de Los Morochucos.
